Los actuales acontecimientos que se vienen presentando en Latinoamérica con ocasión de los levantamientos populares en Ecuador y Chile, son sin lugar a dudas una respuesta a las medidas regresivas de sus gobiernos actuales, que aplicando estrictamente las recetas económicas dictadas por los organizamos internacionales que abanderan el sostenimiento del capitalismo mundial, asfixian con el retroceso social a las mayorías de la población trabajadora que soporta el empobrecimiento, la precarización, flexibilización y desregulación de las relaciones laborales, el desempleo y la desprotección de los sistemas de seguridad social.
La ALAL hace un llamado a la solidaridad internacional con nuestros pueblos y manifiesta el decidido rechazo al estado de excepción y a las medidas represivas contra la población insurrecta, que ejerce el legítimo derecho de rebelarse contra la injusticia.
En el caso Ecuatoriano el electorado fue vilmente engañado por el entonces candidato Lenín Moreno, que en campaña se mostró como continuador del proyecto político “Revolución Ciudadana” encabezado por su antecesor. No obstante, una vez llegó a la presidencia, burló la buena fe de quienes lo eligieron y traicionó sin miramientos la lucha de los muchos que hicieron posible su camino hasta la jefatura del estado. Este torcimiento implicó la regresión de gran parte de los progresos alcanzados durante la década de gobierno de Rafael Correa y agudizó las contradicciones vigentes en la estructura social, ante lo cual nuevamente Ecuador respondió con la dignidad y la gallardía que en otras ocasiones ha demostrado.
Por otro lado Chile, país que inauguró para América Latina el nefasto régimen pensional de ahorro individual administrado por fondos privados, ha sido para la región el “modelo” de afianzamiento de las políticas neoliberales dictadas por el FMI, con lo que los golpes recibidos por la población con menos poder adquisitivo tales como las cargas tributarias, los bajos salarios reales y el costo de vida en general , han repercutido hasta las entrañas de una sociedad que conserva la huella imborrable de la dictadura y que no está dispuesta a repetir la historia. Hoy sus calles atiborradas de gente, sus gritos y su fuerza, dan cuenta de la grandeza que tiene un pueblo cuando hace conciencia del poder que abriga.
En el corazón de Nuestra América late, al ritmo de la vida, la potencia creadora de otro modo de ser mundo.
Nos solidarizamos con nuestros pueblos¡¡¡
Para constancia se suscribe por el Comité Ejecutivo de la ALAL, el 23 de octubre de 2019.